Mi religión... solo mía
Desde pequeño, como la gran mayoría de peruanos, fui criado como un católico apostólico romano y se infundió en mí la formación religiosa en la que el Papa era el ejemplo claro de vida piadosa. Pues bien, conforme pasaron los años mi fe se fue afianzando con la primera comunión, pero entrada la adolescencia comencé a cuestionarme todo. Algo que usualmente sucede.
Luego de una forzada confirmación (Sí, forzada porque no siento que haya estado preparado para ello, porque no estaba seguro en lo que creía y aún así el colegio parroquial en el que estudié me obligó a hacerlo para poder terminar la secundaria) ingresé en una etapa de descubrimiento religioso. Ya no me cuestionaba lo que yo creía, sino los hechos religiosos y dogmas en sí mismos.
Es curioso que el único curso que haya jalado en el colegio sea religión y solo por ser un crítico de lo convencional ante un sacerdote autoritario que pensaba que lo que él creía era la única verdad. Por suerte no tuve que repetir de año por ello. Cuando llegó la libreta de notas y vi ese 10 en religión comencé a reírme ante la mirada confundida de mis padres. El único jalado que tendría en el colegio sería por tratar de generar una creencia propia y no por no haberme aprendido una fórmula o una fecha. Fue un alivio.
Mi madre por supuesto fue la primera en pensar que esto podría terminar llevándome a alguna religión que no fuera "la convencional" y en su naturaleza de madre católica acudió a una amiga profesora de educación religiosa para que me guiara. La señora muy amable trató de orientarme por el catolicismo convencional pero le fue imposible porque ya estaba germinando en mí una creencia propia, personal.
Ya pasado el tiempo me considero católico porque creo en todos los dogmas de esta religión, pero no creo en la jerarquía que supuestamente guía a la iglesia (cabe aclarar que iglesia somos todos y no los curas). Creo que la principal enseñanza de la religión que me acogió desde niño es que el amor es lo más importante en este mundo y no hay nada que deba frenarlo. El catolicismo es la religión del amor (a Dios y al prójimo) y que en este sentimiento maravilloso se encuentra el origen y el fin del ser humano. El alfa y el omega es el amor. Venimos a este mundo a amar y ser amados, no importa con quién, ni donde. Solo a vivir en esta dinámica de amor.
Además, combino esta raíz católica con la creencia en energías, auras y la reencarnación. Todo esto tiene sentido para mí y creo que eso es la religión, encontrarle un sentido a aquello que no podemos explicar. Encontrarte con tu Dios y a través de eso encontrarte a ti mismo es un trabajo personal. Nadie debe decirte que es lo exactamente correcto y que no.
Por más que alguien me pueda decir que no voy a ser salvado "el día del juicio final", creo que al menos Dios sabe que no dejé que alguien tomara la decisión por mi en cuanto a mi fe. Me atreví a creer por mi mismo.